Muchos regresan ya a Madrid de sus vacaciones, o están a punto de hacerlo en los próximos días. Toca volver a la rutina, lo que en muchos casos implica desplazarse hasta el trabajo, a la universidad, al colegio a llevar a los niños, etc. Hasta aquí todo como siempre, pero dado que todavía no ha terminado el verano, es probable que todas o varias de las obras de media y larga duración que hay repartidas por la capital puedan dificultar o incluso impedir el normal desplazamiento de los madrileños.
Muchas de estas obras no son precisamente pequeñas. Y aunque en algunos casos la circulación por algunas vías puede interrumpirse durante unas horas o un par de días por asfaltado, hay otras que no terminarán hasta dentro de varias semanas o incluso meses. Afectan tanto al transporte público como a carreteras, y se unen al corte de la práctica totalidad de la línea 1 de metro, que no volverá a abrirse hasta mediados de noviembre.
Cierre del túnel y la estación de Recoletos
Además, del cierre de la línea 1 de metro mencionado, otra obra que va a complicar sus desplazamientos a los usuarios del transporte público, especialmente a los del tren, es el cierre del túnel de tren de Recoletos y el de la estación del mismo nombre. Dicho cierre se produjo el pasado 30 de julio, y su reapertura está prevista en principio para el próximo 5 de septiembre, por lo que todavía causará molestias a los usuarios de Cercanías durante algunos días.
Según ha comentado Adif, este cierre es necesario para instalar un nuevo sistema de ventilación en el túnel, así como para eliminar la marquesina metálica instalada en los andenes de la estación y proceder a la instalación de un nuevo techo suspendido de bandejas de aluminio. Las obras, que a pesar de permitir la apertura del túnel el 5 de septiembre tienen una duración prevista de 10 meses, se han iniciado para mejorar también la protección de la infraestructura contra humedades y filtraciones, así como para mejorar las instalaciones eléctricas y de protección contra incendios de las instalaciones.
Para atender a los viajeros, Cercanías ha puesto en marcha un servicio de autobuses que cubran el trayecto entre Atocha y Nuevos Ministerios, que está prestando la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT). Además, las líneas que pasan por el túnel de Recoletos han tenido que modificar su trayecto.
Así, los trenes de la línea C1 reducen su recorrido, y sólo circulan desde Nuevos Ministerios al Aeropuerto (y viceversa). La línea C2 inicia y termina su trayecto en la estación de cercanías de Atocha, y los trenes Civis paran en Guadalajara, Azuqueca de Henares, Alcalá de Henares, Torrejón de Ardoz y Chamartín. Los trenes que vienen de Guadalajara y Cercedilla/Segovia van por el túnel de Sol, y paran en dicha estación hasta que acaben las obras.
Los trenes de la línea C7 que circulan entre Alcalá y Príncipe Pío terminan su recorrido en Atocha, y hay un servicio entre Chamartín y Atocha a través de Las Rozas-Príncipe Pío. Los convoyes de Villalba de la línea C10 terminan su recorrido en Atocha, y los trenes que proceden de Fuente de la Mora comienzan y terminan su trayecto en Chamartín. El servicio de las líneas C3, C4 y C5 no ha cambiado por las obras.
Cierre de los túneles de Atocha y Corazon de María
Los que realicen sus desplazamientos en coche por la capital también tendrán algunas dificultades hasta el mes de septiembre, ya que dos de los túneles que hay en Madrid, el de Atocha y el de Corazón de María, se encuentran actualmente cerrados al tráfico de vehículos desde el pasado 8 de agosto. El primero abrirá esta misma semana, el día 19 de agosto. Pero el segundo permanecerá cerrado hasta el 30 de agosto.
En ambos casos, se ha cerrado el túnel al tráfico para acometer obras de mejora en sus sistemas de drenaje, de forma que se puedan prevenir y evitar incidentes cuando llueve en Madrid con intensidad. En los dos túneles se está instalando un nuevo sistema de bombeo de agua y de canalización de la misma hacia nuevos pozos de drenaje.
Obras en el Nudo Norte de la M-30
A las obras ya mencionadas se han unido las de mejora en el Nudo Norte de la M-30, que comenzaron el pasado 10 de agosto, y que tendrán una duración aproximada de tres meses, aunque la fase más complicada y que comporta cortes de carriles permanentes durará un mes, hasta el 12 de septiembre. Así, se cerrarán completamente al tráfico en las calzadas de la M-11, de forma alterna.
En la actualidad, se está actuando en el tablero del puente de la M-11 sobre la A-1, además de haber comenzado las obras en las calzadas de la M-11 y en la interior del ramal de acceso de la M-30 a la A1 bajo este puente.
En esta primera fase se ha cortado completamente el tablero sur hasta el 26 de agosto para actuar sobre él con tareas de impermeabilización y repavimentado, y se ha desviado su tráfico hacia el norte, donde se dispondrán dos carriles por sentido de 3 metros de anchura, separados por una barrera de seguridad de hormigón. Está cortada la circulación del ramal de acceso de la A-1 hacia la M-11 del tablero sur.
Terminada esta fase, y entre el 26 de agosto y el 12 de septiembre, se cortará el tráfico en el tablero norte, desviando su tráfico hacia el sur, donde estarán los dos carriles de tres metros para cada sentido, separados también por un barrera. Quedará interrumpida la circulación del ramal de acceso de la M-11 hacia la calzada interior de la M-30 del tablero norte.
Para la realización del resto de trabajos, que se extenderán otros dos meses, no será necesario efectuar cortes permanentes, y los que se lleven a cabo se realizarán en horario nocturno, entre las 11 de la noche y las seis de la mañana, con el objetivo de tratar de afectar al tráfico lo menos posible. Estas tareas comprenden tanto los trabajos de rehabilitación de la plataforma y los sistemas de contención del puente, como la limpieza de parámetros, reparaciones de hormigón y el refuerzo del tablero con fibra de carbono.
