La Sala de lectura Luis García Berlanga, cada vez peor

Sección Tetuán Denuncia

Recibida: 23.10.2012

Enviada por Sergio García (@sergarlo)

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La Sala de Lectura Luis García Berlanga, que se encuentra en la Calle Viña Virgen número 2 (Metro Valdeacederas L1), oficialmente cuenta con 78 plazas desde que fuese inaugurada en Enero de 2011 pero en la actualidad no es así puesto que desde que se inició su funcionamiento y debido al mobiliario con el que cuenta la misma, el número de puestos se ha reducido notablemente.

Interior de la Sala de lectura Luis García Berlanga. Foto: Sergio García

Esto es debido a que las sillas que se compraron en Ikea para la apertura de la sala son de una calidad realmente lamentable, las cuales al sentarse pierden sus tornillos, lo que hace que sean inestables y engan que ser retiradas por el peligro que entraña estar sentado en ellas.

Los que estudiamos en esta sala, no entendemos, como es posible que esto suceda y que ni tan siquiera están sean reparadas, no entraña mayor trabajo que hacerse con unos tornillos y ponerlos en los lugares donde se han caído, lo podría hacer desde la persona que se encarga del cuidado de sala hasta una persona que esté trabajando en el Mantenimiento de la Junta de Distrito, en arreglar esto no perderá apenas unos minutos y mejorará la calidad de la sala.

Esta situación es cada día más perjudicial para los estudiantes, puesto que como todos sabemos el número de personas que han vuelto a estudiar debido a la actual coyuntura económica, se ha incrementado, lo que hace que el número de personas que asisten a las bibliotecas y sala de lecturas sea mayor, si este hecho sumado a que cada vez se retiran más silla porque uno no se puede sentar en ellas, hace que el número de personas que pueden estudiar allí, se reduzca, con los perjuicio que ello acarrea.

Todo estos males, se multiplican en épocas de exámenes cuando la afluencia a dicha sala, es dos veces superior al número de sillas que se oferta, si encima de esto, faltan 12 ó 15 sillas pues el número de personas que pueden acceder a un puesto se reduce notablemente, dejando a personas sin poder estudiar para superar sus pruebas.

Confío que esto se solucione porque si la sala está para dar un servicio adicional a los ciudadanos que se encuentran más cómodos que en su casa a la hora de realizar sus tareas, ésta debe ofrecer la posibilidad de que todo aquel que se acerque pueda disfrutar de ella siempre que la afluencia lo permita.

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